La verdad, es que todo marchaba muy bien, ya que, todos mis objetivos de la sesión parecían ser alcanzados por todos los chicos, cuando de pronto, uno de los niños se enfadó con uno de sus compañeros e insultándolo gravemente. Por suerte, conozco la actitud de este chico y sé que no lo envuelve un entorno muy favorable. Así que debía tomar decisiones rápidas, pero como bien estoy aprendiendo en mis estudios en la carrera, debía actuar lo más correctamente posible, es decir, las decisiones debían ser rápidas, pero con su adecuada reflexión, porque una mala actuación puede conllevar otros problemas.
Lo primero que decidí, es que la atención de los compañeros a esta situación, cambiara, mandé rápidamente una "tanda de penaltis" porque les gusta mucho y porque quedaban escasos minutos de entrenamiento, como vuelta a la calma. De manera que dejaron de mostrarle atención a la situación que estaba ocurriendo con el compañero. De este modo, lo aislé un poco del resto, mi opción fue tranquilizarlo antes que reñirlo, ya que el chico estaba fuera de si mismo. Poco a poco lo fui tranquilizando, hasta al punto que al chico, le apetecía seguir entrenando. En este momento, le dije que debía pensar en lo que había hecho y que no quería que nos fuéramos de vacaciones con compañeros enfadados y que antes de acabar el entrene debía reflexionar sobre si debía disculparse o no. En este instante el chico, cabizbajo, se incorporó al entrene. Después me dirigí a hablar con el otro chico y le dije que no le diera importancia, porque el otro chico no pensaba realmente lo que había dicho.
El entrenamiento siguió su transcurso, hasta finalizar, sin más problemas. De pronto mientras todos recogíamos el material, me di cuenta que ambos chicos hacían las paces, hecho que me alegró profundamente. En este momento pensé que había actuado bien.
Después, hablando con gente de fuera, algunos me dijeron que tenía que haberlo expulsado, otro me dijo que debía haberlo sentado, incluso su madre, allí presente dijo que lo hubiese mandado a casa.
En mi opinión, pienso que si lo hubiese expulsado, el chico se hubiese ido a casa pensando que todos le odian o alguna cosa parecida, mientras que del modo, en el que yo actué, pienso que es más adecuado. Ya que creo que el equipo en general, con esta solución, sale más reforzado.
Con esta entrada, no pretendo decir que lo hice bien o mal, todo lo contrario, me gustaría que otros compañeros me contaran su opinión sobre mi decisión y si es preciso que me corrijan, para saber como actuar en futuras situaciones.